EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN
Como en la viña del señor es una de las lecturas que hemos realizado en clase. Esta lectura abarca varios temas como: las competencias prioritarias en el momento de ser docente, los perfiles y cualidades son las que definen a un buen docente y cuáles son las características de un docente mediocre. Y con una conclusión final: “A pesar de que no existe una relación de cualidades imprescindibles para ejercer en la docencia, no todo el mundo sirve para este oficio. En esta lectura nos encontramos cinco apartados con textos de diferentes docentes.
El primer texto es de Xavier Besalú, profesor de pedagogía de la Universitat de Girona. En este texto Xavier empieza hablando como durante mucho tiempo, muchos expertos han estado reseñando las cualidades y las funciones de una buena docencia, para ello hace referencia a una cita de Celestin Freintet que dice “Sed humanos. Reaccionáis con vuestras naturalezas de hombres, como si los niños que os han confiados fueran también alumnos. En lugar de querer olvidar vuestra infancia, acostumbraos a vivirla. Comprenderéis que estos niños, son, en conjunto, lo que erais hace tan solo una generación, que no erais mejor que ellos, que ellos no son peores que vosotros”. Con esto claramente a lo que se refiere es que, los docentes a veces se olvidan de que los niños, niños son, no personas adultas, que necesitan ayuda, nuestra ayuda y nuestra guía. Con esto quiero hacer referencia a algo que menciona más adelante que es que la simetría entre alumno y maestro podría la difícil relación del profesor y la autoridad. Así mismo vuelve a citar a Freinet, donde lo más destacado me ha parecido: “En lugar de experimentar una especie de placer maligno viendo como el niño se equivoca y aplicándole la sanción que se merece, ayudémosle constantemente a superar las dificultades y a triunfar. El papel del maestro es del hombre que ayuda”. Y muchas veces, en mi opinión esto no se lleva a cabo por miedo, miedo a cómo puedan reaccionar los niños, y lo que es verdaderamente no sé si necesario, pero sí convenientes es que los docentes no le tengan miedo al niño, y que el niño no le tenga miedo al docente.
Más
adelante hace referencia a la situación de las universidades cuando estaban con
el Plan Bolonia y como en la universidad de Girona abrieron un debate en el
cual trataban cuáles eran las competencias prioritarias para los docentes, lo
cual había causado gran impacto directo y determinante en la institución
escolar, siendo unas transformaciones de un mundo global, con tecnologías. Por
consecuencia de esto, se promovió una recogida de información, donde los técnicos
de Administración educativa le dieron importancia a la capacidad de
integración, la adaptación al centro escolar. Los/as maestras de infantil le
dieron más importancia al poder dominar las TIC para poder integrarlas, como
una herramienta.
Una
de las partes más importante de este texto, en mi opinión es las experiencias
que cuentan varias docentes, de acuerdo a la relación ellas mismas, educandos,
familias, los centros y el entorno y la comunidad. Sobre esto dicen que la relación con ellas
misma es exigente y que les gusta aprender y mejorar constantemente, la relación
con los educandos, que son cariñosos y las respetan. Con las familias, que
generan confianza, y por último el entorno y la comunidad, que están abiertas a
propuestas y cambios.
Para
continuar, hace la organización de las cualidades y perfiles que definen a un
buen profesor y los que se caracterizan como mediocres, como he dicho al
principio, es uno de los temas de gran importancia en este texto. Este docente
explica y dice que no hay un catálogo valido que enumera las
cualidades, pero que no todo el mundo sirve para este oficio. Para él y yo creo que, para todo el
mundo, lo más importantes es la relación entre el maestro y alumno, si esta conexión
no existe, va a ser difícil llevar a cabo el trabajo. Es cierto que, el maestro
es el recurso didáctico principal, por lo tanto, las instituciones no solo
deben encargarse de seleccionarles, sino que también deben encargare de
cuidarlos como personas. Una de las cuestiones más controvertida es la docencia
con la autoridad, a mi parecer, un profesor debería ser líder y niño a su vez. ¿Pero
cómo se consigue esto? Es una cuestión que me planteo, pero todavía no le
encuentro respuesta. Siguiendo con el hilo de la autoridad, el docente debe ir adquiriéndola,
con prestigio, con trabajo, ya que esta no es otorgada por la escuela. Un niño
necesita un lugar seguro para desarrollarse y esta seguridad se la debe dar el
docente. Para terminar, Xavier hace referencia a que la docencia es una profesión
de cultura, por eso la tarea más fundamental es la siguiente: “transformar la relación con el mundo,
consigo mismas y con los demás”
Por
ultimo hace referencia a la tarea global que dice lo siguiente,
muy importante la dimensión de moral y emocional en la enseñanza, es decir que
cada docente se debe a cada uno de sus alumnos, sin tener en cuentas sus
factores externos. Que la educación es un trabajo colectivo con exigencia y
trabajo individual. El buen manejo del lenguaje es un constructor de realidad, es decir manejarlo bien ayuda a poner
palabras a las cosas que viven. Hay que tener la preocupación de conocer a
fondo a los alumnos, ayudarles en todo lo que sea conveniente para su
desarrollo. Y yo hago una reflexión, ¿Qué es ayudarles? Para mi ayudarles
seria, escucharles, inspirarles confianza y el esperar.
Después
de esta lectura, he sacado unas cuantas conclusiones y/o reflexiones. La primera sería que es muy importante tener vocación para este trabajo, ya que ejercer como docente es un trabajo de, no sé si definirlo sacrificio, pero sí constancia y sobretodo mucha paciencia, ya que muchas veces a los niños hay que darles momentos de espera, para que experimenten. Entonces, yo diría que un buen docente, debería de darle espacio, libertad de juego al niño, para que se desarrolle, debe de proporcionarle la ayuda necesaria, pero no más de la debida, pero para mí lo más importante que tiene que tener un docente es conexión con los alumnos, que la relación fluya, que le tengan respeto, pero no miedo. Un docente debe amar lo que hace, debe seguir aprendiendo, debe seguir mejorando, experimentando, innovando, pero, sobre todo, un verdadero docente debe ser un niño con los niños a la vez ejérceles de líder, como guía durante todo su largo y enriquecedor aprendizaje.
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