EDUCAR EN 0-3

En esta lectura realizada, hay que destacar las actividades, las actividades marco y la relación de cuidado, las actividades dirigidas, actividades programadas y el juego. Respecto a las actividades, cabe destacar que las actividades en la escuela deben ser programadas, ya que esto es útil en la relación con el trabajo educativo y didáctico. Nos encontramos con dos etapas distintas: los proyecto marco, la relación con la vida cotidiana y los proyectos dirigidos, contenidos que se aprenden e interiorizan, conocimientos.

Actividades marco y relación de cuidado: Como he mencionado anteriormente, las actividades marco, se relacionan con la vida diaria, por este motivo, los niños y niñas, en su vida diaria activa la curiosidad y las ganas de explorar, y como se dice en el texto: “el aprendizaje no procede por acumulación, sino por adquisición e integración (…) Colocados ante una situación adecuada, son capaces de formular hipótesis y de producir ideas sobre el funcionamiento y la organización del mundo que los rodea”. Por este motivo, el cuidado tiene un gran valor, ya que permite estar bien a los niños y niñas y es una representación de una condición de desarrollo sano. La educación y el cuidado tiene una relación muy estrecha, ya que en la educación se cuida. Por este motivo, la educación transmite los conocimientos que una sociedad ve necesarios, dicho en otras palabras, la sociedad educa a los niños y niñas. Esto hace que me plantee una pregunta, ¿Qué idea de niña o niño educa la sociedad? Hemos pasado de educar a un niño o niña de una manera natural, a educarlos de una manera biológicamente programada, es decir, que aprendan a convivir y/o sobrevivir en la sociedad. Para continuar con el cuidado, hay que destacar, que para las primeras edades es necesario recibir cuidados para la supervivencia. Como se comenta en el texto, el cuidado es práctica, un modo de actuar que tiene determinadas finalidades y persigue un resultado concreto, por este motivo, depende de los cuidados que reciba un niño o niñas, tendrán unos objetivos. En la educación, el educador debe tomarse muy a pecho e involucrarse el cuidado y crecimientos de un niño o niñas, sino todo lo demás no servirá. En este apartado, lo último que quiero destacar son las rutinas que realizan con los niños y niñas en las que se van dando cambios: La acogida por las mañanas, donde las cuidadoras deben ayudar a los niños y niñas la separación de los padres de la mejor manera. El cambio del pañal, en mi opinión, uno de los momentos más importante, ya que se da una relación con el cuerpo. La comida, puede representar la invitación a la autonomía. El descanso y la despedida a la tarde.

Actividades dirigidas: La idea principal es que las escuelas estén llenas de niños y niñas pensados, para esto, los educadores deben tener en cuenta a los niños y a las niñas. Muchas veces se piensa que se está actuando de la manera adecuada, pero no es así. Por niños y niñas pensados se entiende una actitud y una serie de comportamientos de los educadores, que responden tanto a las necesidades actuales como a las futuras; favorecen al desarrollo actual y al potencial. Pensar en los niños es significado de reflexionar lo que se hace en cada momento, no improvisar. Volviendo a la idea de actividades dirigidas, son las propuestas directa o indirectamente por el o la educadora. Pueden intervenir de dos maneras: ocasiones informales, no tienen por qué estar previstas. Actividades programadas, puestas en marcha por el educador o educadora. Las actividades se pueden programas de muchas formas. En el texto se hace referencia a la observación del niño y de la niña según un modelo de Kuno Beller. Son tablas del desarrollo de un modelo descriptivo y constructivo. Beller destaca ocho áreas en el que se describe el desarrollo: La autonomía, alimentarse, cambio y baño, higiene personal y vestirse y desvestirse. La conciencia del entorno: La precepción del entorno físico, experiencias perceptivas concretas y de uno mismo. La percepción de entorno social: los niños y niñas nota la presencia de las personas; luego saben distinguir lo que ocurre regularmente. El desarrollo social y emocional: Durante el primer año de vida, reaccionan de manera indiferente a los estímulos de las personas adultas. El segundo año, toman la iniciativa estableciendo contacto. El juego: se da el juego concreto y el juego simbólico. El lenguaje: El lenguaje concreto, respuesta a los estímulos y el lenguaje simbólico, responden a preguntas sencillas. El desarrollo cognitivo: Las reacciones sensoriomotoras: se sienten atraídos por estímulos, sobre todo visuales. La conciencia del objeto: intentan obtener un nuevo estímulo o encontrar un objeto en el lugar adecuado. El pensamiento preoperatorio: realizan acciones de clasificación e interiorizan el concepto del grupo, cantidad y del espacio. Motricidad general: el placer funcional, primeros movimientos. Control de las posiciones del cuerpo, el movimiento direccional y el juego motor. Motricidad fina: aferrar y manipular.

Los talleres de inteligencia: Me gustaría destacar los talleres, ya que en mi opinión es un lugar donde los niños, aprenden y experimentan adecuadamente. El taller promueve el aprendizaje de métodos y técnicas con el fin de conseguir un resultado en los niños y las niñas. Es configurado mediante un contexto cultural que hace uso de instrumentos que favorecen la percepción y la organización del pensamiento. El niño o la niña debe tener tiempo para poder interactuar con el mundo que los rodea, para actuar y mirar antes de actuar; tomar decisiones y dar marcha atrás cuando no estén seguros. En pocas palabras, el taller es un contexto practico en que se resuelven problemas prácticos y donde los niños y las niñas piensan para hacer y hacen para pensar. En este texto se hace referencia a cinco tipos de talleres: El taller de la imagen y la fantasía, el taller del cuerpo, el taller del libro y la lectura, el taller en una caja y el taller del juego y del juguete.












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